04 octubre, 2010

Silencio


Amante Injusticia:

¿Por qué los ríos se bañan de sangre y al caer el cuerpo lo llevas contigo? ¿Por qué si no eres tú lo que espera el alma, atrapas a la victima y no al bandido?

Hierro, que no has tenido paz, no eres tu el culpable de mi muerte ni los dedos en tu mano. Soy yo el mismo de siempre, el que llenó la tierra con sus adentros en la antigüedad, el que hoy desborda los mares con huesos y excremento. Y mi alma explota. Antes no era nada, hoy soy menos que el viento. Cenizas fui y cenizas tengo. Estoy ante ti, aunque no lo puedas ver, suplicando un favor. Soy el que siempre ha estado a tu lado, soy yo Silencio.

Soy yo, ante miles de huesos en el desierto. Ante pueblos que lloran por los niños muertos. Ante todo aquello que el mundo tuvo y ha ido perdiendo.

Me amas, por que no detengo tu rápido andar, porque aprecio sin quererlo el efecto de tu persecución. ¿Y que has ganado tu? ¿Qué has hecho con tanto muerto? ¿Lo has sepultado en tierra santa o lo has dejado donde cayó su pecho?

Eres como una pandemia que se propaga de esquina a esquina, de polo a polo, de cielo a cielo. No te acepto pero te temo. Te otorgo el valor que tienes y te acojo como me acogen a mí los vivos ante los muertos.

Tuyo, Silencio

-S.D-



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